27 de septiembre de 2012

Carta de amor de Manuelita Sáenz


El amor entre Simón Bolívar y Manuelita Sáenz ha pasado a la historia, este es un fragmento de la carta que Manuelita le escribiera  a su esposo, James Thorne.

No, no y no; por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución? !Mil veces no! Señor mío, eres excelente, inimitable. Pero, mi amigo, no es grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin sus méritos no sería nada. ¿Crees por un momento que después de haber sido amada por este hombre durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo, o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero, ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido?
Déjame en paz, mi querido inglés. Amas sin placer. Conversas sin gracia, caminas sin prisa, te sientas con cautela y no te ríes ni de tus propias bromas. Son atributos divinos, pero yo miserable mortal que puedo reírme de mí misma, me río de ti también, con toda esa seriedad inglesa. !Cómo padeceré en el cielo! Tanto como si me fuera a vivir a Inglaterra o a Constantinopla. Eres más celoso que un portugués. Por eso no te quiero. ¿Tengo mal gusto?
Pero, basta de bromas. En serio, sin ligereza, con toda la escrupulosidad, la verdad y la pureza de una inglesa, nunca más volveré a tu lado…

Siempre tuya, Manuela.


22 de septiembre de 2012

Carta de amor de Victor Hugo


La carta de amor e Victor Hugo a Léonie d´Aunet, una de sus amantes el 9 de julio de 1843.  

"¡Oh! ¡Piensa en mí! ¡Quiéreme! Sueña con el último minuto cuando nos vimos y el primer minuto cuando volveremos a vernos"....
"¡Oh Dios mío! ¡Que es largo, y necesito verte! Ángel dulce, fija tus ojos adorables sobre mí. De aquí los sentiré. Esto me recalentará el alma. Te quiero. ¡Eres mi vida! Hasta el jueves, ¡oh qué largo es!".



21 de septiembre de 2012

Carta de Amor de Pablo Neruda


Estos son algunos de los fragmentos de las carta de amor que Pablo Neruda, le escribió a Matilde Urrutia, en un tono que para la época podía ser algo transgresor, les transcribo algunos párrafos:


Octubre de 1951 le dice:
“Yo pienso en ti día y noche, noche y día, amor mío, dulce mía, y no sé si te quiero pero te quiero. Eres mía y te beso”,

Diciembre de 1951 en un tono inquisidor:
“Yo confío en tí, y aunque no tenga sino tu silencio qué me importa, (…) sé que eres mía y que soy tuyo y las cartas y las noticias sobran, nuestro amor llena todo, y cada cosa te hablará de mí a toda hora, y todo me trae noticias tuyas.  Te quiero mi amor, no seas perra, espérame. Tu Tuyo”.

En otra carta le dice:
“No eran celos, amor, sino exigencia de tu plenitud, de tu totalidad. Ahora ya te he arado entera, te he sembrado entera, te he abierto y cerrado, ahora eres mía. ¡Para siempre!”.



18 de septiembre de 2012

Carta de amor de Antoine de Saint-Exupéry

El autor del Principito, Antoine de Saint-Exupéry  escribió una carta de amor a su último gran amor. La mujer, una joven de 23 años, casada y embarazada, cuyo nombre fue mantenido en reserva, Ella nunca le correspondió a Saint-Exupéry.


"No hay más Principito, hoy día ni jamás. El Principito está muerto o se volvió totalmente escéptico. Un Principito escéptico no es más un Principito. Estoy resentido con usted por estropearlo", escribió.  "No habrá más cartas, teléfono ni señal. No fui prudente ni pensé que arriesgara pena, pero me lastimé en el rosal cogiendo una rosa. El rosal preguntará: ¿Qué importancia tenía para usted? Ninguna, rosal, ninguna. Nada importa en la vida. No más vida. Adiós rosal".

Dos meses después de escribir esta carta de amor, Saint-Exupéry desaparece misteriosamente para siempre cuando pilotaba un avión sobre Francia, en una misión de reconocimiento durante la Segunda Guerra Mundial.




16 de septiembre de 2012

Carta de amor del Quijote a Dulcinea


Soberana y alta señora:
El herido de punta de ausencia, y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que además de ser fuerte es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo. Si gustares de socorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.
Tuyo hasta la muerte,
El caballero de la triste figura”




15 de septiembre de 2012

Carta de amor de Beethoven


Incluso cuando estoy en cama mis pensamientos van a hacia ti, mi eternamente querida, ahora y entonces alegremente, después otra vez tristemente, esperando para saber si el Destino oirá nuestra plegaria, para hacer frente a vida que debo vivir en conjunto contigo o nunca verte. Sí, estoy resuelto a ser un extranjero vagabundo hasta que pueda volar a tus brazos y decir que he encontrado mi hogar verdadero con usted y envuelto en tus brazos puedo dejar que mi alma flote hasta el reino de almas bendecidos. Ay!, desafortunadamente debe ser así. Debes estar tranquila, tanto más pues sabes que te soy fiel; ninguna otra mujer podrá nunca poseer mi corazón, nunca, nunca. Oh Dios, por qué debe uno ser separado de aquella que le es tan querida. Para más, mi vida en Viena es actualmente desgraciada.Tu amor me ha hecho el más feliz y el más infeliz de los mortales. A mi edad necesito estabilidad y regularidad en mi vida, puede esto coexistir con nuestra relación? Ángel, acabo de oír que va el correo cada día, y por lo tanto debo cerrar ésta, de modo que puedas recibirla la inmediatamente. Mantente tranquila; solamente al considerar tranquilamente nuestras vidas podremos alcanzar nuestro propósito de vivir juntos. Mantente tranquila, amame, hoy, ayer. Qué nostalgia llena de lágrimas por tí, por tí, por tí, mi vida, mi todo. Todos los buenos deseos a tí. Oh, continúa amándome, nunca juzgues mal el corazón fiel de tu amado.

Siempre tuyo
Siempre mía
Siempre de ambos


Muchos deben recordar el final de esta carta, forma parte del parlamento que Mrs Big, le dice Carrie, cuando terminan de casarse en la película Sex and The City

12 de septiembre de 2012

¿Me Quieres?....




Tinta sobre papel de acuarela 200 grs.
25 cm x 70  cm
2012

Dicen que Jupiter.....


Tinta sobre papel magnani litho 300 grs
35 cm x 100 cm
2012

Monologo de Julieta


Mi único enemigo es tu nombre.Tú eres tú, aunque seas un Montesco. ¿Qué es «Montesco» ? Ni mano, ni pie,ni brazo, ni cara, ni parte del cuerpo. ¡Ah, ponte otro nombre! ¿Qué tiene un nombre? Lo que llamamos rosa sería tan fragante con cualquier otro nombre. Si Romeo no se llamase Romeo,conservaría su propia perfección sin ese nombre. Romeo, quítate el nombre y, a cambio de él, que es parte de ti, ¡tómame entera! ¿Quién eres tú, que te ocultas en la noche e irrumpes en mis pensamientos?  Mis oídos apenas han sorbido cien palabras de tu boca y ya te conozco por la voz. ¿No eres Romeo, y además Montesco?  Dime, ¿cómo has llegado hasta aquí y por qué?  Las tapias de este huerto son muy altas y, siendo quien eres, el lugar será tu muerte si alguno de los míos te descubre. Si te ven, te matarán. Por nada del mundo quisiera que te viesen. ¿Quién te dijo dónde podías encontrarme? La noche me oculta con su velo; si no, el rubor teñiría mis mejillas por lo que antes me has oído decir. ¡Cuánto me gustaría seguir las reglas, negar lo dicho!  Pero, ¡adiós al fingimiento! ¿Me quieres?  Sé que dirás que sí y te creeré.  Si jurases, podrías ser perjuro: dicen que Júpiter se ríe de los perjurios de amantes. ¡Ah, gentil Romeo! Si me quieres, dímelo de buena fe. O, si crees que soy tan fácil, me pondré áspera y rara, y diré « no »con tal que me enamores, y no más que por ti. Mas confía en mí: demostraré ser más fiel que las que saben fingirse distantes. Reconozco que habría sido más cauta si tú, a escondidas, no hubieras oído mi confesión de amor. Así que, perdóname y no juzgues liviandad esta entrega que la oscuridad de la noche ha descubierto.




Tinta sobre papel magnani litho de 300 grs.
35 cm x 100 cm
2012

11 de septiembre de 2012

Anteros, es el vengador.....


Tinta sobre papel magnani velata 200 grs
35 cm x 100 cm
2012

Anteros


Anteros, popularmente llamado Eros.
En la mitología griega Anteros (en griego Αντερως) es la personificación del amor correspondido, vengador del amor no correspondido. Era hijo de Ares y Afrodita, quienes lo dieron a su hermano Eros, que estaba solo, como compañero de juegos. Originalmente Anteros se opuso a Eros y luchó contra él, conflicto que también se concibe como la rivalidad existente entre dos amantes. Anteros castigaba a los que desdeñaban y no correspondían al amor de otros, por lo que es el vengador o deus ultor de Eros.
El ateniense Meles, desdeñando el amor de Timágoras, le pidió que subiese al punto más alto de una roca y se arrojase al vacío. Timágoras, que estaba dispuesto a complacer a su amado en todo lo que pidiese, así lo hizo. Cuando Meles vio que Timágoras había muerto, sufrió tal remordimiento que se arrojó desde la misma roca y murió. Por esta razón alguna gente en Atenas adoraba a Anteros como el espíritu vengador de Timágoras.
Se le suele representar como un hermoso joven de larga cabellera con alas de mariposas y algunas veces con flechas y un arco.








Tinta sobre papel magnani velata 200 grs.
35 cm x 100 cm
2012

7 de septiembre de 2012

El mito de Eros, Dios del Amor


Cupido es, en la mitología romana, el dios del amor; es uno de los símbolos de San Valentín, se le conoce como un niño alado y armado con arco y flechas que son disparadas a dioses y humanos, provocando que se enamoren profundamente. En ocasiones lleva tambien los ojos vendados, para mostrar que el amor es ciego.
Su propia historia de amor aparece narrado en su forma más completa en la novela latina “El asno de oro” o “Las Metamorfosis” de Apuleyo (s. II d.C.).
En la antigua Grecia cupido era conocido como Eros, el hijo joven de Afrodita la diosa del amor, la belleza y la fertilidad. Para los romanos cupido es el dios del amor hijo de Venus y de Marte, dios de la guerra.
Cupido era ayudante de su madre Venus, dirigía la fuerza primordial del amor y la llevaba a los mortales. Era pícaro y carismático, pero a veces cruel con sus víctimas, ya que no tenía escrúpulos.
A la espalda llevaba dos clases de flechas: unas doradas con plumas de paloma que provocaban un amor instantáneo, y otras de plomo con plumas de búho que provocaban la indiferencia.
Consciente del poder que tenía, a veces rechazaba las peticiones de su madre y los demás dioses de interferir en el curso de la vida de algunos mortales así que provocaba frecuentes problemas a los dioses.
Un día se enfadó con Apolo cuando éste bromeo sobre sus habilidades como arquero, así que Cupido hizo que Apolo se enamorara de la ninfa Dafne y a ella le disparó una flecha con punta de plomo. Dafne rezó al dios río Peneo pidiendo ayuda y fue transformada en un árbol de laurel, que se consagró a Apolo.
Así entre rebeldía y travesuras, Cupido cumplía con su cometido, al paso del tiempo Venus comenzó a preocuparse porque su hijo no crecía, así que en busca de una respuesta se dirigió al Oráculo de Temis, quien le dijo: “El amor no puede crecer sin pasión”. Venus no comprendio la respuesta hasta que nacio su hijo Anteros, dios de la pasión. Cuando estaba junto a él, Cupido crecía y se transformaba en un hermoso jóven, pero cuando se separaban, volvía a ser un niño.



Tinta sobre papel Magnani Bianca 220 grs.
35 cm x 100 cm
2012

Para luego volver



Tinta sobre papel Magnani Velata 200 grs
35 cm x 100 cm
2012

El mito del Alma Gemela


En el Banquete de Platón, según la tradición clásica, varios filósofos son invitados a una reunión que tiene como finalidad alabar al Amor y descubrir Qué es realmente el amor. Aristófanes  habla sobre el  Alma Gemela.

"Aristófanes comienza diciendo que al principio del tiempo los hombres eran seres completos, con dos cabezas, cuatro piernas y cuatro brazos, lo que les permitió un movimiento circular muy rápido para moverse. Sin embargo, teniendo en cuenta que los seres habían evolucionado, los hombres decidieron ir al cielo y realizar una lucha contra los dioses, destronando a ellos y ocupando sus asientos. Los dioses ganaron la batalla y Zeus decidió castigar a los hombres por su rebelión. Él tomó una espada en la mano y decidió dividir a todos los hombres por la mitad. Zeus pidió al dios Apolo que cicatrizase la herida (el ombligo) y volviera la cara de los hombres para el lado del corte para que observasen el poder de Zeus.
En ese momento, los hombres cayeron a la tierra de nuevo, y desesperado, cada uno se fue en busca de su otra mitad, sin la cual no podrían vivir. Habiendo asumido la forma que tenemos hoy, los hombres buscan su otra mitad, porque la nostalgia no es más que la sensación de que nos falta algo, algo que antes era parte de nosotros. Por lo tanto, los hombres viven en la sociedad, tratando de desarrollar el trabajo en esta relación, para mantener su supervivencia.
De esta manera, el ser que antes estaba completo hombre-hombre generó la pareja homosexual masculina, el ser mujer-mujer, la pareja homosexual femenina. Finalmente, el andrógino (parte hombre, parte mujer) generó la pareja heterosexual. Zeus promete separarnos de nuevo (con una pierna y un brazo sólo) si no cumpliéramos lo que fue designado por la divinidad."






Tinta sobre papel Magnani Bianca 220 grs
35 cm x 100 cm
2012

Su manto de vestal es verde.....



Tinta sobre papel Magnani Bianca 220 grs
35 cm x 100 cm
2012

4 de septiembre de 2012

Romeo

Romeo:

¡Silencio! ¿Qué ilumina
desde aquella ventana las tinieblas?
¡Es Julieta, es el sol en el oriente!
Surge, espléndido sol, y con tus rayos
mata a la luna enferma y envidiosa,
porque tu, su doncella, eres más clara.
No sirvas a la luna que te envidia.
¡Su manto de vestal es verde y triste,
ninguna virgen ya lo lleva, arrójalo!
¡Es ella en la ventana! ¡Es la que amo!
¡Oh, cuánto diera porque lo supiese!
Habla, aunque nada dice; no me importa,
me hablan sus ojos, les respondo a ellos.
¡Qué idea loca! ¡No es a mí a quien hablan!
Dos estrellas magníficas en el cielo
ocupadas en algo allá en la altura
les piden a sus ojos que relumbren.
¿No estarán en su rostro las estrellas
y sus ojos girando por el cielo?
El fulgor de su rostro empañaría
la luz de las estrellas, como el sol
apaga las antorchas. Si sus ojos
viajaran por el cielo brillarían
haciendo que los pájaros cantaran
como si fuera el día y no la noche.
¡Ved cómo su mejilla está en su mano!
¡Ay, si yo fuera el guante de esa mano
y pudiera tocar esa mejilla!
Escena II, Segundo Acto Trad. Pablo Neruda